El momento del ayuno permite que toda la energía habitualmente gastada en la digestión, sea dedicada a la eliminación de toxinas y la revitalización, a condición de que el ayuno sea acompañado del suficiente reposo y no de un stress o esfuerzo de ningún tipo. Así, al ayuno lo tomamos como un momento en el que el cuerpo comienza a desintoxicarse, idealmente se recomienda hacer un ayuno semanal, que consistiría en no ingerir ningún alimento, sólo agua e infusiones sin azúcar ni estimulantes, estar en un lugar tranquilo y no realizar esfuerzos intensos.
En el camino de transición, y como
iniciarse en el ayuno no es tarea sencilla, proponemos como alternativa
comenzar por monodietas. Éstas
consisten en incorporar un solo tipo de fruta en el día y solo cuando tengamos
hambre. La jornada que decidimos hacer monodieta, lo único que incorporamos de forma sólida es esa misma fruta, lo que se es posible es acompañarla con infusiones depurativas, como un te de romero y caléndula que va a ayudar a nuestro hígado a desintoxicarse un poco más. También es muy buena la tisana de diente de león para el hígado.
Ejemplo
de una monodieta:
Un día a la semana o un día por
quincena solo ingerir frutillas a lo largo de ese día, tomarse la jornada para
estar relajado y abrirse a la observación de uno mismo y el entorno. El no consumo
de azúcares y harinas refinadas (estimulantes y adictivas) nos permite
encontrarnos más tranquilos y perceptivos. ¡A aprovecharlo!
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